Los usuarios de correo electrónico en Colombia han comenzado a recibir una avalancha de solicitud de permiso y manejo de sus datos privados por cientos de empresas, que la mayoría desconocían que tuvieran algún dato suyo, con el fin de dar cumplimiento al decreto 1377 de 2013, con el que se reglamentó parcialmente la Ley 1581 de 2012 sobre manejo de datos personales.
En un artículo de Edwin Bohórquez en el periódico El Espectador, se explica en detalle las implicaciones de este decreto que dice que “no se podrán utilizar medios engañosos o fraudulentos para recolectar y realizar tratamiento de datos personales”. Es por ello que la mayoría de empresas han corrido a enviar correos electrónicos informando del uso e implicaciones de la información personal que poseen, casi siempre poca y reducida a información de contacto.
José Alejandro Bermúdez Durana, superintendente delegado de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para la protección de datos personales, advierte que “únicamente las entidades a las que usted autorizó para que usen sus datos lo pueden hacer. Aquí en Colombia el derecho de la protección de datos personales se rige por dos principios importantes: el de libertad, según el cual todos los tratamientos de información deben estar autorizados por el titular, y el principio de finalidad, que dice que el titular debe saber para qué se recoge su información personal y qué uso se le dará y deja claro que sólo se podrá usar para los fines que él autorice”.